No siempre manifestamos nuestro cariño hacia quien lo merece.

No siempre manifestamos nuestro cariño hacia quien lo merece. No siempre damos un beso a nuestros padres por más que les queramos. No siempre decimos «te quiero» a quien desea escucharlo. Sin embargo, sí que lo sentimos aunque no lo expresemos. En muchas ocasiones, nuestros equipos tienen entrenadores a los que hemos admirado (y a veces odiado aunque con inmenso cariño). Pocas veces, sin embargo, les damos las gracias por sus desvelos, por haber educado a nuestras hijas en una faceta en la que como padres, no podemos. La generación 2002 sí que lo expresó. La generación 2002, hoy la más veterana dentro del Club, ha estado siempre apoyada por todos, y ellas también han estado siempre cercanas, antes a las que estaban por arriba, y siempre a las que estaban por debajo. Pero sobre todo, la generación 2002 ha estado agradecida a los diversos entrenadores que han tenido el privilegio de disfrutar con ellas. Y cuando terminaron la etapa Infantil, las jugadoras, conscientes de haber crecido con su esfuerzo, pero gracias a los entrenadores que habían cimentado su crecimiento, quisieron homenajear y agradecer los desvelos de sus instructores. Y lo hicieron con el siguiente vídeo (perdonad la escasa calidad, pero no disponemos del original)