El agradecimiento que profesa el deporte base leonés a TATO y su peculiar establecimiento hostelero, FERECOR, EL BAR, es digno de mención y deseable, fuera contagioso. Tato es un profesional como la copa de un pino, inquieto, solidario, de barrio, que siempre está dispuesto a echar una mano a quien lo necesite. Hay negocios de hostelería en nuestra ciudad aparentemente más fuertes, capaces de subsistir e incluso hacer buenos (y merecidos) ingresos, pero que a la hora de devolver algo a sus clientes, les cuesta más, no lo entienden o tienen otra visión. Desde BALONCESTO FEMENINO LEÓN no nos queda más remedio que expresar, una vez más, nuestro enorme agradecimiento a TATO, siempre dispuesto a ofrecerse, siempre detrás de una sonrisa. Son asiduas las visitas de jugadoras, abonados, padres y personas relacionadas con el Club, al FERECOR. El domingo pasado, algunas jugadoras del 1ª División Nacional estuvieron por allí haciendo una visita por la tarde. Y unos días antes, fueron algunas jugadoras del LF2 las que quisieron agradecer personalmente a TATO su predisposición a saciar sus hambres en los días que juegan fuera. Eso sí, esta vez quisieron dejar constancia gráfica de su visita.